Esto era una vez...en el fin del mundo

Había una vez un reino lejano en lo alto de una montaña empinada que nadie subía ni bajaba. Todos los habitantes estaban emparentados y vivían muy atareados. Un día llegó al palacio un viajero que cargaba un baúl enorme lleno de cosas inútiles pero hermosas que causaron gran conmoción y fascinación entre los súbditos. El viajero dejó las cosas por varias partes del reino hasta que, satisfecho con su labor, decidió partir a otros lugares. Al llegar al siguiente reino, captó que había olvidado sus objetos en el reino anterior, al que nunca logró regresar. Allí, entre tanto, los súbditos no sabían qué hacer con las cosas. Fueron los niños del reino quienes, por medio de la imaginación, encontraron el modo de utilizarlas, convirtiéndolas en juguetes.